Casa Papallones
La casa se ubica en un amplio terreno a la falda del Montseny. Una de las premisas del proyecto era poderle sacar el máximo provecho posible a un jardín tan generoso y amplio. Para ello, la casa se desarrolló casi en su totalidad en planta baja. La forma en planta de T permite generar un volumen alargado en la fachada que da a la calle que dota de privacidad a los dos jardines interiores.
El salón-comedor-cocina se sitúa entre los dos jardines interiores, logrando una máxima relación con el exterior. La fachada sur del salón está protegida por un porche de madera que protege del sol en verano y permite su entrada en invierno, aprovechando al máximo la radiación solar para calentar la casa de manera pasiva en los meses de frío. La posición del salón, con ventanas a sur y a norte, garantizan una óptima ventilación cruzada que en verano puede ayudar a refrescar la vivienda de manera pasiva.
Montse y Gerard
140m2
Cardedeu, Vallès Oriental
BUD arquitectura + NOEM
Marc Diaz, Eliseupaisatgista.cat
NOEM
Las paredes de la casa disponen de 200mm de aislamiento térmico en base a paneles de fibra de madera. La calefacción se obtiene mediante una caldera de pellets que distribuye el calor a través de un suelo radiante que garantiza el confort interior durante todo el año. Las ventanas son de aluminio con rotura de puente térmico y cristales bajo emisivos con gas argón, hecho que garantiza un buen aislamiento y excelente estanqueidad al aire.
En las fachadas encontramos dos materiales. Uno es la madera machihembrada de lamas verticales, con tratamiento autoclave gris que garantiza un color de la madera más estable a lo largo del tiempo y un mínimo mantenimiento. El volumen de dos alturas, en el que se encuentra la habitación de invitados y el estudio, se realiza con un sistema SATE con mortero blanco de acabado.
En el exterior encontramos dos jardines muy diferentes. En el de sur predomina la extensión de hierba pero también encontramos un espacio para plantas aromáticas y un pequeño huerto. El jardín de norte está ambientado en los jardines “zen” japoneses, y se concibe como un espacio más contemplativo, con gravas y un pequeño estanque.