Concebimos un volumen regular en dos alturas, con 4 dormitorios y un amplio espacio común para el salón-comedor-cocina.
En el interior, la calidez de los suelos de roble y los techos de madera acabados en abeto, contrastan con la luminosidad de las paredes blancas y la carpintería de aluminio. La combinación de estos materiales da lugar a un espacio acogedor y cálido, pero a la vez moderno y luminoso.
La fachada ventilada evita el sobrecalentamiento de los muros, parte fundamental de la estrategia pasiva, sana y sostenible. A lo que colabora también el pequeño porche delante del salón, que le da sombra y protege del sol en verano.