Concebimos los jardines como dos zonas habitables más de la casa e integrándolos en el día a día de la vida de sus habitantes.
Esto motivó que diseñáramos una planta alargada en forma de T, que protege a los dos jardines de la calle, les da privacidad y los conecta con las zonas interiores.
A ello contribuye también que la casa esté desarrollada casi en su totalidad en una planta y que la zona de salón-comedor-cocina esté situada entre ambos jardines.
Se trata de dos jardines muy diferentes. En uno de ellos predomina el césped con plantas aromáticas y un pequeño huerto; el otro está inspirado en los jardines “zen” japoneses, con grava y un pequeño estanque, ideal para relajarse, leer, pensar…