La Casa Bosque es mucho más que una residencia; es una manifestación de la armonía entre la vida moderna, la naturaleza y la sostenibilidad.
Respecto a la planta baja, el espacioso salón, con un ventanal impresionante de más de 6 metros, se orienta al sur para aprovechar la radiación solar en invierno, creando un espacio acogedor y luminoso. En lugar de una televisión, un rincón de lectura invita a sumergirse en libros mientras se disfruta de las vistas a la montaña. La cocina, elegantemente diseñada con madera lacada en blanco roto y una encimera de Neolith, se ilumina con luz natural a través de una ventana en la fachada oeste.
La planta superior se reserva para la parte más privada del hogar, las habitaciones, y un espacio compartido para poder trabajar solo o acompañado, ligeramente separado de la parte más activa de la casa.